Notable periodista y escritor

Se cumplen 100 años del nacimiento de Truman Capote

“Que algo sea cierto no significa que sea conveniente, ni en la vida ni en el arte”. Frase de Truman Capote que tiene el ADN de esa precisión característica de su modo de ver las cosas. Aplica perfecto para s&ia...

“Que algo sea cierto no significa que sea conveniente, ni en la vida ni en el arte”. Frase de Truman Capote que tiene el ADN de esa precisión característica de su modo de ver las cosas. Aplica perfecto para sí mismo, y a su obra. El 30 de septiembre se cumplen cien años de su nacimiento. Resulta increíble que alguien aún tan moderno y avant garde haya llegado al mundo hace un siglo. Podría escribir todo mañana y aun sería novedoso. Publicó desde mediados de los años 40 y entonces sentó las bases de mucho de lo que se hace actualmente. En narrativa y en periodismo, o sea: en literatura.

A lo largo de su vida ―pobre y glamorosa en vaivén, repleta de gente y también solitaria, tan frívola y a la vez súper sensible―, Capote buscó trascender la dureza del dato duro para captar el alma de las cosas. En lo íntimo fue un fracaso rotundo, pero en el área de la escritura, lejos de hacerlo perder onjetividad, lo volvió más preciso. Cruel y poéticamente exacto. En drama o comedia, ficción o crónica siempre atrapó lo supuestamente imposible de agarrar, lo aparentemente intransferible. Su ojo literario era ―sigue siendo― como el reflejo felino que captura una mosca al vuelo.

El mix de todo fue su non-ficción, por la que se lo proclama genio. En su gótico sureño de las novelas y cuentos inventados, también se cruza lo real como materia prima: la infancia necesitada de tantas cosas, padres ausentes, madres muertas, el deseo de trascender. Siempre está eso presente en los personajes y geografías de sus historias, que parte y se baja en sí mismo. Otro de sus dixit: “La vida es una buena obra de teatro con un tercer acto mal escrito”.

Dick Hickock y Perry Smith asesinaron a la familia Clutter en noviembre de 1959 en Holcomb, Kansas, y fueron condenados a muerte. Su condena se ejecutó en 1965. La hermosa Holly Golightly, que llegó a Nueva York desde su pueblo perdido en el mapa, es pura fachada de glamour y autonomía, pero esconde detrás su ternura, y una historia trágica. Los criminales fueron retratados en A sangre fría con tal maestría que viven aun como personajes de ficción. La chica desenfadada de Desayuno en Tiffany's, salida de la mente de Capote, armada con muchos de sus sentimientos, fantasías y/o recuerdos, está tan bien construida que existe, todavía, como una persona real.

Truman Capote, posando para la lente del francés Henri Cartier Bresson.Truman Capote, posando para la lente del francés Henri Cartier Bresson.

El camaleón, la persona y el personaje

Nació el 30 de septiembre de 1924 en Nueva Orleans, Estados Unidos. Truman Streckfus Personshijo de Lillie Mae Faulk y abandonado por su padre, terminó usando uno de los apellidos del segundo marido de su madre, José García Capote. Pasó su infancia en granjas, en Alabama, y comenzó su adolescencia en Nueva York. Siempre leyó, desde muy chico escribió. La literatura era su mejor amiga. Muchas veces dijo que los libros lo ayudaron a no sentirse aislado, solo, mientras crecía.

En el colegio le fue pésimo, nunca fue su estilo seguir reglas y normas. No fue a la universidad, decidió dedicarse de lleno a la escritura. Empezó a los 17 años, con un trabajo de aprendiz, periférico, pero en la prestigiosa The New Yorker. Le sirvió para mantenerse mientras se enfocaba en sus cuentos. En 1945 renunció y publicó algunos en distintas revistas. Fue rechazado y ganó premios por igual. “Todo buen escritor comienza con un nido de víbora de críticas negativas, como me pasó a mí”, diría décadas después.

Publicó su primera novela, Otras voces, otros ámbitos, a los 23 años. Era 1948 y el joven no sólo exploraba y explotaba en un gótico sureño exuberante, también ponía en juego, sin vueltas ni eufemismos, el tema de la homosexualidad. Entre otros. Se trata de crecer. Es un relato de iniciación, un rito de tránsito entre la infancia y la madurez que cuenta la muerte de una madre, la búsqueda de un padre. Se parece a su biografía posible, un poco corrida de lugar. Son las aventuras de un chico que va encontrando su identidad. Es divertida, dramática, hermosamente poética, tan cruda como profunda. La belleza es inquietante. En sus personajes se arma un universo extraordinario, mórbido, oscuro, luminoso.

En esta foto de archivo del 6 de enero de 1960, Perry Edward Smith es conducido por agentes de policía al juzgado de Garden City, Kan. Los asesinatos de los Clutter inspiraron a Truman Capote para escribir "A sangre fría". (AP Photo/William Straeter, FILE) En esta foto de archivo del 6 de enero de 1960, Perry Edward Smith es conducido por agentes de policía al juzgado de Garden City, Kan. Los asesinatos de los Clutter inspiraron a Truman Capote para escribir "A sangre fría". (AP Photo/William Straeter, FILE)

Escribió obras de teatro, guiones cinematográficos, más cuentos, perfiles, crónicas. Se hizo amigo de la crème de la crème y se metió en el corazón de la socialité neoyorkina. En 1958 llegó Desayuno en Tiffany’s, que lo catapultó a un estrellato glamoroso, más aún cuando se adaptó al cine en 1961, dirigida por Blake Edwards y protagonizada por Audrey Hepburn. No había cumplido 30 años y ya era una celebridad, a quien además festejaba la crítica.

En esos años, en 1959, se enteró del cuádruple asesinato en Kansas. Aún no habían capturado a los criminales cuando viajó con su amiga de la infancia Harper Lee al pueblo rural de Holcomb. Se metieron a investigar, indagar y cruzar todo límite durante el meticuloso, absorbente y hasta insano trabajo de campo. Entrevistaron a los vecinos, a los policías asignados al caso, escucharon rumores, revisaron documentación y estaban en plena tarea cuando arrestaron, seis semanas después, a los sospechosos. Siguieron el juicio. Capote estuvo seis años trabajando en el libro, construyendo una relación íntima con Perry y a la vez esperando que se ejecute la pena de muerte para cerrar la historia.

Truman Capote, en el centro, con Katharine Graham en el Baile Blanco y Negro de Capote, el 28 de noviembre de 1966 en Manhattan. (Barton Silverman/The New York Times) Truman Capote, en el centro, con Katharine Graham en el Baile Blanco y Negro de Capote, el 28 de noviembre de 1966 en Manhattan. (Barton Silverman/The New York Times)

A sangre fría se publicó en 1966 y fue un éxito instantáneo. Se la considera la primera novela de no-ficción (aunque acá en el sur del mundo lo hizo años antes, en 1957, Rodolfo Walsh con Operación Masacre) y sentó las bases de lo que sería, y es, el periodismo narrativo. Muestra más que el crimen. Se enfoca en la vida de los asesinos, de las víctimas, de esa comunidad rural y saca una radiografía de época. El autor recibió todo tipo de honores, pero no el que quería. Él creía que merecía un Premio Pulitzer, que nunca llegó. Eso también agrió su relación con Lee, que lo había ganado en 1961 por Matar a un ruiseñor. No fue la única amiga que perdió en el camino.

La década siguiente la pasó entre crónicas y perfiles para revistas, mientras se convertía en una suerte de personaje de la televisión, un bicho excéntrico que alimentaba la maquinaria de consumo irónico, siendo a la vez irónico. Objeto de burla, que a la par se burla. El 5 de enero de 1966 firmó un contrato con Random House para un nuevo libro, que se llamaría Plegarias atendidas. Cobró el adelanto, suculento, y no escribió nada. O sí. Fragmentos. Intentos. Borró, reescribió, se emborracho. Quería el bronce, en vida. Buscaba fama, o amor. Se le difuminó esa frontera.

Los escritor escritores Truman Capote y Norman Mailer.Los escritor escritores Truman Capote y Norman Mailer.

En 1975 publicó, en la revista Esquire, como adelanto de su libro en proceso, uno de los cuentos: "La Côte Basque" . Ese era el restaurante en donde se juntaba a almorzar con sus amigas de la alta sociedad, el centro del mundo que observó y develó con precisión quirúrgica en un tono chispeante y pérfido. Muchos secretos expuestos, apenas disfrazados en nombres falsos fáciles de reconocer. Fue un escándalo. Las mujeres, que se sintieron traicionadas, decidieron excluirlo de su círculo luminoso como venganza. Cayó en un estrepitoso ostracismo. Se refugió en sus adicciones, se alejó cada vez más del mundo.

Plegarias atendidas se publicó póstumamente, en 1986. Capote murió en Bel-Air, Los Ángeles, el 25 de agosto de 1984, un mes y monedas antes de cumplir 60 años. La causa fue, según el informe forense, una enfermedad hepática “complicada por flebitis e intoxicación por múltiples drogas". El libro tiene tres capítulos y el narrador es un escritor ingenioso, tan encantador como pérfido, que quiere, necesita, alcanzar el éxito. Observa el mundo en tres capítulos: "Monstruos vírgenes", "La Côte Basque" y "Kate McCloud". Otra vez, la verdad late debajo de la ficción. O la ficción, apenas disfraza la verdad. Es crudo con el entorno, consigo mismo. Y entretiene, por supuesto.

Truman Capote fotografiado por Corbis Bettman.Truman Capote fotografiado por Corbis Bettman.

De su repertorio de frases certeras, una más: “La imaginación siempre puede abrir cualquier puerta, girar la llave y dejar paso al terror”. Aplica perfecto a su obra de ficción, de no ficción y a su vida. Las tres patas de un todo. Los adjetivos que lo describen podrían ser reseñas de sus cuentos, novelas y crónicas: ingenioso, inesperadamente tierno, repleto de malicia, divertido, tristísimo, inteligente, irónico, filoso, fluido.

Fuente : Clarín

  • Fecha 29.09.2024
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