Acto en el Club San Martin
Valdés tomó más distancia de Javier Milei
En un acto multitudinario y cargado de señales políticas, el gobernador Gustavo Valdés formalizó la candidatura de su hermano Juan Pablo Valdés como aspirante a sucederlo en la Gobernaci&oacut...
En un acto multitudinario y cargado de señales políticas, el gobernador Gustavo Valdés formalizó la candidatura de su hermano Juan Pablo Valdés como aspirante a sucederlo en la Gobernación. El lanzamiento se realizó en el Club San Martín, en la capital provincial, y contó con la presencia de la plana mayor del oficialismo local, los tres senadores nacionales por Corrientes —entre ellos Carlos “Camau” Espínola, otrora del peronismo—, y una funcionaria nacional. Se trata de Ingrid Jetter, que, en un giro inesperado, decidió alejarse del armado libertario local y aliarse con Vamos Corrientes. Será incluso candidata. En conjunto, se trata de una señal política que excede los límites provinciales.
El evento que selló oficialmente la fórmula integrada por Juan Pablo Valdés y Pedro Braillard Poccard para las elecciones del 31 de agosto fue también el escenario de una respuesta indirecta pero clara al presidente Javier Milei y a la creciente cerrazón política de la Casa Rosada con los gobernadores del interior.
Durante su discurso, Valdés agradeció a los partidos políticos que integran la alianza oficialista, destacó la importancia de la unidad política, pero marcó distancia con la oposición. Ensayó, además, un fuerte contraste con el estilo de confrontación que caracteriza a Milei. Sin nombrarlo directamente, envió un mensaje político al afirmar que “nosotros no injuriamos, no puteamos, no calumniamos. Trabajamos para esa mujer que no tiene nada en el pueblo, para las personas que carecen de recursos y derechos”.
Los destinatarios aún no se dieron por aludidos, pero por las dudas, Valdés también avisó: “No le tenemos miedo a las redes sociales. La política para nosotros todavía es con la gente, con la palmada, con la mirada a los ojos”.
Luego, el mandatario hizo un repaso de su gestión, reivindicó el equilibrio fiscal, las inversiones en educación y salud pública, y prometió seguir luchando contra el narcomenudeo, mientras llamó a profundizar otras reformas legislativas.
En otro tramo del acto volvió sobre sus pasos y sostuvo: “Vamos a abrazar a nuestros jubilados, a los discapacitados, a los que menos tienen. Lo que no podemos renunciar es a nuestra esencia de seres humanos”, una definición que, en el actual clima político nacional, sonó también como una crítica al enfoque más económico y menos social del actual gobierno nacional: un desmarque contundente de las políticas nacionales de ajuste y crueldad, sobre todo con sectores vulnerables como los mencionados.
Respuesta política
La postulación de Juan Pablo Valdés no fue solo un gesto de continuidad política en la provincia, sino también una respuesta directa a las presiones que llegaron desde Buenos Aires. En los últimos días, fuentes del radicalismo confirmaron que Milei y sus operadores habían exigido, además de un sinnúmero de cargos legislativos, que el gobernador bajara la candidatura de su hermano como condición para avanzar en una estrategia común. La negativa de Valdés derivó en el quiebre definitivo (al menos momentáneo) de los puentes entre Corrientes y la Casa Rosada.
A partir de ese acuerdo frustrado por la inviabilidad de los pedidos libertarios —según dijo el propio gobernador—, el caso de Corrientes se volvió paradigmático, y empezó a repetirse en las demás provincias. Gustavo Valdés pasó de ser un aliado aplicado a un adversario con poder de fuego y autonomía, que ni siquiera participó, el miércoles pasado, del Zoom en el que los mandatarios de lo que en vida fuera Juntos por el Cambio intentaron coordinar una estrategia para el día siguiente, cuando se votaron las leyes clave en el Senado.
El gobernador radical Valdés presentó a sus candidatos en CorrientesGentileza Prensa Corrientes
Valdés ya tenía preparada su estrategia: los tres senadores de Corrientes votaron en contra del oficialismo el jueves pasado, demostrando un músculo político que el gobierno nacional sentirá haber perdido cada vez que las votaciones cruciales lo pongan contra las cuerdas.
La decisión del bloque correntino fue leída en la Casa Rosada como una revancha del gobernador, que no solo buscó marcar su autonomía política, sino también demostrar el peso institucional que mantiene su provincia en el Congreso. El gesto cobró más relevancia al ser acompañado incluso por “Camau” Espínola, identificado históricamente con el peronismo y enfrentado con Valdés en ciclos electorales anteriores.
Se trata, sin dudas, de un reposicionamiento electoral del gobernador, respuesta al destrato que sufrió hace un par de semanas, cuando Valdés y los negociadores de Milei intentaban sellar una misma alianza.
Postal de fortaleza
La imagen de los tres senadores nacionales de Corrientes —Eduardo Vischi, Gabriela Valenzuela y “Camau” Espínola— en el mismo acto junto a Valdés y su hermano proyectó una cohesión política transversal que, en este contexto, se vuelve inusual. La señal no fue solo hacia adentro de la provincia: también buscó influir en la disputa mayor por el futuro de la coalición opositora a nivel nacional.
Más todavía llamó la atención la presencia de Ingrid Jetter, exdiputada nacional por Corrientes, antigua militante de Pro, muy cercana a Patricia Bullrich y que, desde mayo del año pasado, es funcionaria nacional: delegada argentina ante la Comisión Administradora del Río Uruguay.
Jetter, que primero se mostró entre los participantes del llamado Grupo La Alondra —que, después de varias deserciones, se convirtió en la versión correntina de La Libertad Avanza—, finalmente abandonó ese espacio y apareció el sábado en el acto oficialista, luego de que se oficializara, además, que será candidata a senadora provincial en cuarto lugar en la lista de Valdés.
Por Eduardo Ledesma
FUENTE:LA NACIÓN
- Fecha 13.07.2025
- Sección Ciudad
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